Cada vez que brindamos al comenzar un nuevo año, solemos hacerlo con una expresión que denota cierta frustración por lo acontecido en el año anterior: "Ojala que este año sea mejor que el anterior".
Me detuve a pensar en el contenido de esta frase y concluí que ningún año es nada más y nada menos que lo que nosotros hacemos de él.
Por eso, es que quiero compartir con ustedes un texto muy iluminador que me llegó, entre tantos otros:
¿Si en lugar de esperar el año nuevo, el año nuevo te espera a ti?
¿Si en lugar de decir que el año nuevo sea mejor, usamos "Yo seré mejor en el nuevo año"?
¿Si en lugar de desear que el nuevo año sea excelente, usamos "Yo seré una persona excelente en el nuevo año"?
¿Si en lugar de esperar lo que nos trae el año que comienza pensamos y diseñamos lo que queremos para él, lo que pretendemos llevar, entregar y ofrecer?
Mi deseo entonces no es un "Feliz año nuevo", sino "Que tengas y disfrutes del año que diseñes y construyas", porque aún las contingencias son oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
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