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martes, 10 de enero de 2017

Procrastinación: la filosofía de perder el tiempo

El profesor Horacio Krell sostiene que en la actualidad, la procrastinación es uno de los hábitos mas adquiridos y que más daño hacen.
La inmensa mayoría de las personas difieren y "dejan para mañana lo que debería hacerse hoy".
Esto seguramente proviene de no haber aprendido a administrar el tiempo y a enfocarnos, una carencia que no es gratuita porque termina causando graves daños en nuestra mente y en nuestra memoria.

Estar atentos a la pavada es hoy una tentación irresistible y un pecado generalizado. La tecnología permite guardar, ver después y dejar pendiente. 

Los ladrones de tiempo –internos y externos- aceleran la tendencia a diferir. Pero los ladrones externos son siempre los internos disfrazados. La falta de un genuino interés derivado del autoconocimiento, hace funcionar el radar con el cual la sociedad de consumo nos lleva a imitar a los ricos y famosos y no a encontrar la brújula que permita descubrir el empowerment o poder interior que traemos al nacer.

Y, mientras más se abarca menos se aprieta. No hacer foco daña la capacidad cognitiva, produce robots eficientes que no crean valor. El multitasking o hiperactividad improductiva favorece al núcleo estriado del movimiento y ataca al hipocampo relacionado con la memoria. Fuimos hechos para enfocarnos. El círculo vicioso entre pasividad televisiva e hiperactividad genera neurosis. Se vive al día y casi sin futuro.

Los estímulos distraen e impiden asociar las ideas y el buen uso de la memoria. Así somos menos rigurosos y profundos. Por eso The New York Times dedica 2 páginas a resumir las noticias y las empresas lucran incentivando a hacer click sin profundizar.

Basado en el Artículo "Operación diferida, operación perdida" del Profesor Horacio Krell

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