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jueves, 4 de octubre de 2018

¿AMAS LO QUE HACES?

Solemos vivir en piloto automático: estudiamos porque precisamos; nos formamos en una profesión porque de alguna manera, fuimos conducidos a ella; ejercemos una ocupación porque nos garantiza los medios para vivir. Sin embargo, ¿Es eso suficiente para nuestra felicidad o lo que hacemos puede estar acabando con nuestra salud física y mental?

Dedicamos gran parte de nuestra vida al trabajo. La mayoría de las personas lo usan como medio de supervivencia. Otras, a través del ejercicio de su profesión, consiguen sentirse realizadas o cumplir su misión en la vida.
Quienes aman lo que hacen, se destacan, ya que ponen pasión en cada una de las cosas y disfrutan de ellas, comprometiéndose, asumiendo responsabilidades con alegría y viendo el trabajo como una prolongación de su propia vida.
¿Estás dentro de aquellos que se conforman y sobreviven o dentro de aquellos que se dedican a lo que realmente aman?
Probablemente, has tenido contacto con los dos tipos de personas y seguramente percibiste la diferencia.
Aquel que sólo se conforma, busca hacer lo imprescindible, sólo lo que se le exige, enfocándose en los problemas y en las dificultades. Vive en la murmuración, el reclamo, la queja, culpando de su fracaso e infelicidad a los demás o atribuyéndolo a la falta de oportunidades.
Por el contrario, aquellos que aman su trabajo, son felices, encuentran sentido a lo que hacen y buscan mejorar, no sólo por los demás, sino por sí mismos, como una forma de desempeñarse mejor en aquello que les apasiona. Siempre están dispuestos a innovar dando lo mejor de sí sin descuidar los aspectos más importantes de su profesión y haciendo de ella un arte.
Dedicarse a lo que se ama es un privilegio, porque encontramos aquello que nos permite no sólo sustentarnos, sino que, además, nos proporciona satisfacción y alegría, contribuyendo, además, al completo desarrollo de todas nuestras potencialidades. Parece que da trabajo, requiere suerte o exige esfuerzo. Sin embargo, cuando encontramos aquello que nos realiza, nos enfrentamos al momento en el cual es necesario tomar la valiente decisión de perseguir esa idea.
Dedicarse a lo que se ama y transformar esa actividad en una ocupación, requiere dedicación. Pero vale la pena transitar ese camino, aunque sea poco a poco, dando pequeños pasos hasta alcanzar la meta, finalmente.
Tu trabajo va a ocupar una parte muy importante de tu vida y la única manera de estar realmente satisfecho es haciendo aquello que es óptimo para ti. La única manera de hacer óptimo un trabajo es haciendo aquello que amas hacer o amando lo que haces.
¿Amas lo que haces?

1 comentario:

  1. Gracias a Dios me encuentro en la categoría de los que aman lo que hacen. Pero... qué daño suelen hacer algunas personas que pertenecen a la otra

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